La seguridad en el desarrollo de software es un aspecto crucial que debe integrarse desde el inicio del ciclo de vida del desarrollo para prevenir vulnerabilidades y garantizar la confianza de los usuarios, así como el cumplimiento de normativas. Para lograr esto, es fundamental capacitar continuamente a los miembros del equipo sobre prácticas de desarrollo seguro y fomentar una cultura de seguridad compartida. Esto incluye identificar vulnerabilidades desde la fase de planificación, aplicar principios de diseño como el mínimo privilegio, y realizar revisiones de código y pruebas de penetración. Además, es vital incluir pruebas de seguridad en el pipeline de integración y despliegue continuo, asegurar configuraciones seguras, y establecer un plan de respuesta a incidentes. Al adoptar un enfoque proactivo que incluya capacitación, análisis de riesgos y pruebas continuas, las organizaciones pueden reducir significativamente las vulnerabilidades y ofrecer productos más robustos y confiables, convirtiendo la seguridad en una responsabilidad compartida dentro del equipo de desarrollo.