Las políticas de retención y eliminación de datos son cruciales para el cumplimiento normativo, la optimización del almacenamiento y la protección de la privacidad. No se limitan solo a decidir cuánto tiempo se guardan los datos, sino también a establecer procedimientos para su eliminación segura y permanente. Una implementación efectiva requiere un enfoque integral: desde la evaluación y clasificación de los datos según su sensibilidad y requisitos legales, hasta el desarrollo y la automatización de las políticas. Es fundamental capacitar a los empleados para que entiendan sus responsabilidades y auditar periódicamente el cumplimiento para garantizar que la información se gestione de manera segura durante todo su ciclo de vida, desde su creación hasta su destrucción final.