Mantener un inventario actualizado de dispositivos y software es fundamental para garantizar la eficiencia operativa, la seguridad y el cumplimiento normativo. Un inventario preciso permite a las organizaciones gestionar mejor sus recursos, identificar vulnerabilidades y optimizar costos. Definamos ¿Qué es un inventario?
Inventario
Es un registro detallado y organizado de todos los activos, recursos o elementos que posee una organización, empresa o individuo. En el contexto de tecnología y gestión de TI, un inventario se refiere específicamente a la lista de dispositivos hardware, software, licencias y otros recursos tecnológicos que forman parte de la infraestructura de una organización.
¿Cuál es la importancia de mantener el inventario actualizado?
Por la Seguridad: Identifica dispositivos y software obsoleto o sin parches que puedan ser vulnerables a ciberataques.
Por el Cumplimiento normativo: Cumple con regulaciones como GDPR, HIPAA, o ISO 27001, que requieren un control preciso de los activos.
Por la Optimización de recursos: Evita la duplicación de software y hardware, reduciendo costos innecesarios.
Por la Gestión de incidentes: Facilita la respuesta rápida ante fallos o brechas de seguridad.
Estrategias para mantener el inventario actualizado
Utiliza herramientas de gestión de activos (como SCCM, Lansweeper o PDQ Inventory) para escanear automáticamente la red y detectar dispositivos y software instalados. Estas herramientas proporcionan informes en tiempo real y alertas sobre cambios en el inventario.
Define políticas claras para la adquisición, implementación y retiro de dispositivos y software. Asegúrate de que todos los departamentos sigan un proceso estandarizado para registrar nuevos activos.
Realiza revisiones manuales o automatizadas de manera regular (trimestral o semestral) para verificar la precisión del inventario. Compara los datos del sistema con el inventario físico.
Conecta tu inventario con sistemas de gestión de servicios de TI (ITSM) como ServiceNow o Jira para rastrear solicitudes de cambios, incidencias y actualizaciones relacionadas con los activos.
Educa a los empleados sobre la importancia de reportar nuevos dispositivos o software instalados. Fomenta una cultura de responsabilidad compartida en la gestión de activos.
Implementa soluciones de monitoreo en tiempo real que alerten sobre la instalación de software no autorizado o la conexión de dispositivos no registrados a la red.