En el contexto judicial venezolano, el perito informático se ha convertido en una figura clave para la investigación de delitos digitales, fraudes y conflictos corporativos, gracias a su capacidad de recuperar, analizar y preservar evidencia digital incluso cuando ha sido eliminada o encriptada. Su labor abarca desde el análisis forense de dispositivos y redes, la elaboración de dictámenes técnicos, hasta el testimonio en juicios y asesoría legal especializada. En un país donde los desafíos tecnológicos y jurídicos se entrelazan, este experto representa un puente esencial entre la justicia y la verdad digital.