Para garantizar la recuperación de datos y la continuidad del negocio, las copias de seguridad son más que una opción: son una necesidad. Más allá de simplemente crear réplicas de los datos, una estrategia robusta debe seguir la Regla 3-2-1, manteniendo tres copias en dos tipos de medios diferentes, con una de ellas almacenada fuera de la ubicación física principal. Es crucial automatizar este proceso y realizar pruebas de restauración de manera periódica para validar que las copias son funcionales. Combinar soluciones de almacenamiento local con el cifrado y el uso de servicios en la nube fortalece la protección contra fallos de hardware, ataques cibernéticos y desastres, asegurando que los datos, el activo más valioso de cualquier organización, estén siempre disponibles para ser restaurados cuando sea necesario